I
Bañado por el sol, desde los cielos
yace Perù dorado como el oro
vibra el Machu Pichu con sus tesoros
y el còndor pasa magistral y fiero.
II
En la quietud del lago Titicaca
hay una paz eterna y misteriosa
cae una lluvia de amor sobre sus aguas
en el silencio que la brisa toca.
III
Cánticos de aves y de dioses
susurran cuando bate el viento
y la aurora se derrama como sangre
tiñendo de rojo el firmamento.
IV
Y desde el principio de los tiempos
en el desierto de Nasca estàn las huellas
de dioses que bajaron de los cielos
y volvieron otra vez a las estrellas.
V
¡Oh, Perú!, hermoso y elocuente
el Emperador del sol dejò el camino
se perdiò la Llama sobre el altiplano
y està solitaria como el indio mismo.
VI
Se vuelve abono la hierba seca en el camino
y flores silvestres adornan la pradera
mueve sereno el viento las espigas
y el agua de la eternidad a Perù riega.
VII
Siento a Perú en el vuelo de las aves
en el sudor de las espaldas campesinas
en la limpia corriente del arroyo
y en la tierna semilla que germina.
VIII
Y busco en el altiplano y la distancia
encontrar al Perú que yo màs amo
la humilde choza que prepara el surco
y al viejo amigo que cultiva el campo.
Por: Juan Bautista López Garcìa.
Bañado por el sol, desde los cielos
yace Perù dorado como el oro
vibra el Machu Pichu con sus tesoros
y el còndor pasa magistral y fiero.
II
En la quietud del lago Titicaca
hay una paz eterna y misteriosa
cae una lluvia de amor sobre sus aguas
en el silencio que la brisa toca.
III
Cánticos de aves y de dioses
susurran cuando bate el viento
y la aurora se derrama como sangre
tiñendo de rojo el firmamento.
IV
Y desde el principio de los tiempos
en el desierto de Nasca estàn las huellas
de dioses que bajaron de los cielos
y volvieron otra vez a las estrellas.
V
¡Oh, Perú!, hermoso y elocuente
el Emperador del sol dejò el camino
se perdiò la Llama sobre el altiplano
y està solitaria como el indio mismo.
VI
Se vuelve abono la hierba seca en el camino
y flores silvestres adornan la pradera
mueve sereno el viento las espigas
y el agua de la eternidad a Perù riega.
VII
Siento a Perú en el vuelo de las aves
en el sudor de las espaldas campesinas
en la limpia corriente del arroyo
y en la tierna semilla que germina.
VIII
Y busco en el altiplano y la distancia
encontrar al Perú que yo màs amo
la humilde choza que prepara el surco
y al viejo amigo que cultiva el campo.
Por: Juan Bautista López Garcìa.
1 comentario:
ME ENCANTO CON ESTE POEMA YA CONOSCO A PERU ....." SE PUEDE ESTAR EN UN SITIO, CON TAN SOLO IMAGINARLO AUN MAS PUEDES SENTIRLO .
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