Ficción Histórica
Bajo sus pies la sólida plataforma de madera que conforma el piso, donde daba vueltas y caminaba sin cesar, sus tacones resonaban en la oscuridad de la noche, el ruido de sus pasos se esparcían por toda la eslora del galeón; la luz de la luna con su lumbre dejaba ver el hechizo de las siluetas detallando el contorno de las olas en el inmenso y desconocido mar.
El reloj de arena mudo testigo de ese entorno, lucía hermoso y místico sobre la gruesa mesa torneada que servia de escritorio; Cristóbal Colón lo contemplaba y a veces lo volteaba como queriendo fabricar el tiempo, bajo la lánguida luz de los faroles y atento con la mirada fija, hurgaba en los minúsculos granos de arena que caían el sueño misterioso de otros mundos.
No había sosiego en su corazón, estaba nervioso y no podía dormir, ese día había sido muy duro para él, los marinos a su cargo se le amotinaron, tenían temor a lo desconocido y no querían seguir en la búsqueda, deseaban regresar a España.
Algunos dijeron: “Llegaremos donde el mar termina y al precipicio caeremos”.
El Almirante se sentía muy solo a pesar de estar tan acompañado, no obstante en el interior de la embarcación él tenía una sensación de grandeza, percibía que esos momentos extraños y mágicos se estaban plasmando en la historia del mundo, eso lo calmaba, le daba fuerza y aliento para continuar.
El viento húmedo hinchaba las velas, la brisa salada pasaba rauda, crujían los mástiles y en ese ruido creía oír voces que lo llamaban por su nombre, lo aclamaban y que esos ecos quedarían latentes en la eternidad. Estaba poseído por una fuerza extraña que lo obligaba a seguir, no podía regresar con las manos vacías, su misión era su sueño, estaba por delante el compromiso que había hecho con los reyes de Castilla y Aragón.
Remembrando viene a su mente el día que se presentó a
Hubieron personas muy importantes en
Entre la reina y Cristóbal Colón, hubo una simbiosis y cada uno cumplió su misión, gracias a Doña Isabel, la lengua castellana la hablamos millones de personas y los hispanos parlantes tenemos uno de los idiomas más bellos del planeta y con un léxico profundo.
Isabel
Por: Juanbautista López García
El Mago de las Letras. Marzo 06 del 2009..