domingo, 22 de febrero de 2009

CUANDO LA CRISIS TOCA TU PUERTA

Corren los días entre los años 2008 y 2009, son tiempos difíciles para el mundo, la gran depresión derrumba los cimientos y estructuras de grandes y poderosas entidades bancarias, centros financieros en los Estados Unidos, éstos se desvanecen como el humo cuando sopla el viento; a pesar de que algunas tenían fachada de solidez y con muchos años funcionando, pero todo era una máscara, el payaso se fue y el circo se derrumbó, algunas entidades cayeron de golpe otras quedaron bailando en la cuerda floja, así como lo hace el malabarista o maromero, el público observaba confiado que éste no se iba a caer y si esto sucedía, había una red de seguridad y no pasaría nada; pero no fue así, el malabarista cayó y se reventó la red, los bancos en la cuerda floja se tambalearon para luego desplomarse estrepitosamente, como no se había visto nunca, se rompió la jaula y se soltó el gorila monstruoso y atacó a todos los enclaves dando al traste con las fábricas, poderosas industrias, medianas y pequeñas, se paralizaron botando cantidades de empleados a la calle.
En los campos los surcos de la agricultura lucen tristes, no se oye el canto de los gallos y solo se escuchan ladridos de perros en la noche.
Las casas donde habitaban las gentes que trabajó duro para pagarlas de la noche a la mañana perdieron sus viviendas, unos se suicidaron, otros viviendo en autos en los parques, estacionamientos y donde los agarrara la noche, deambulando de un sitio a otro como sonámbulos sin saber donde ir, cubriendo su soledad con su desgracia.
El inmenso gorila King Kong insaciable devorando todo a su paso y la gente que forma la nación dando traspiés, confundidos en su propia angustia. Profesionales, técnicos, obreros, agricultores, artesanos etc., por miles y tal vez por millones, están al borde de la desesperanza, la histeria o la locura, caminan en desbandada por todo el país, hay hasta quienes se fijan carteles en el cuerpo pidiendo empleo, no saben que hacer, muchos no duermen por las noches pensando en las dificultades que tienen que afrontar, otros regresan a sus países de origen. Las oficinas de asistencia social no se dan basto a las solicitudes de ingreso.
Los niños le preguntan a sus padres: ¿papá, mamá, donde vamos a vivir ahora? Las parejas se ven las caras, contorsionando el rostro y no saben que contestar a sus hijos, los ojos se les llenan de lágrimas.
Pero los dueños del circo se escaparon con su vientre full de dinero ¿Y King Kong?, vivito y coleando, sigue arrasando con pueblos y ciudades y no contento con esto atacó a otros continentes del planeta.
El efecto King Kong, golpeó muy fuerte a esta nación, tan es así que de no ser Estados Unidos un país inmensamente rico y poderoso, el desplome hubiera cubierto todos los Estados de la Unión, así como cubre la nieve las montañas y los campos en una fría noche de tormenta.


Por: Juanbautista López García.
El Mago de las Letras. Febrero 22 del 2009.-