domingo, 22 de marzo de 2009

Carta para INNA

Ficción histórica

“INNA: amada mía: No sabes cuanto deseo tu presencia, quiero mirar tus ojos azules y sentir el calor de tu piel, aún estando en el frente entre cañones y metrallas, no he podido dejar de pensar en esos labios que dieron sentido a mi vida, me prodigaron tanta dicha y apartaron con esos momentos hermosos la oscura tragedia de la vida en el esplendoroso reino del amor; mi mente conserva tu imagen, no se si volveré a verte y aunque tu figura se desvanezca como pétalos de rosa en el viento, tu amada Inna siempre estarás presente ahí donde nace la chispa de la vida y se programa la perpetuidad del espíritu. Muy tuyo: ELSER”.

Corren los días del mes de febrero del año 1945, tiembla la tundra cubierta de nieve y queda la trilla marcada al paso de los innumerables carros de asalto del Mariscal Zhukov, atraviesan como punta de lanza el Río Oder, la invasión es apurada, no hay sosiego ni reposo, la Batalla es por la toma de Berlín; es un panorama irreal, se observan soldados muertos de ambos lados, tirados y regados por todas partes, unos con retratos de su familia entre sus manos inertes y congeladas, otros aún con barras de chocolate en su boca, están semienterrados en la nieve.
Los tanques se abren paso a través de la niebla y se escucha el fragor de las máquinas de guerra que se esparcen por los inmensos campos de nieve.
El frente ruso parece indestructible y la caída de Alemania luce inminente. El alto mando alemán no puede mandar artillería pesada, no hay tiempo y éstas escasean, la distancia es larga y el momento es corto, por lo tanto consideran que la Luftwaffe se haga cargo con los Stuka, para detener el avance del Mariscal Zhukov. Uno de esos aviones iba piloteado por ELSER, amante de INNA, él era piloto y científico antes de la guerra y élla estudiante de medicina, se alistó en los escuadrones de voluntarios como enfermera al comenzar la contienda.
El avión de ELSER es derribado y éste es hecho prisionero; más adelante es rescatado por sus compañeros, logra huir caminando forzosamente sin rumbo por los campos nevados, llegando a una destartalada y abandonada barraca de madera, aparentemente deshabitada, antes de entrar se detiene, oye ruido de voces apenas perceptible, rápidamente improvisa un escondite, con una lona grande que encontró tirada, al rato de estar ahí se sobresalta al escuchar un fonógrafo reproducir una bella melodía de Beethoven, por la música no pudo definir la nacionalidad de los soldados que están, ya que esta música es universal, se queda quieto escuchando la melodía, se torna sentimental y en su pequeña libreta de apuntes escribe:”Oh¡ INNA amor mío, la soledad y la niebla avivan tu recuerdo y si he sorteado la muerte que está detrás de mí, es por que tengo el firme propósito de volverte a ver, tengo lágrimas en mis ojos, oyendo el ulular del viento que se expande en lontananza, escucho allá a lo lejos el tropel de la guerra y en las sombras que se avecinan, miro como se va la luz del sol, pero tu resplandor aún en la lejanía me alimenta y me libra del miedo.
Oh¡ INNA amada mía, la gloria de tu amor me posee aún en la distancia, a veces recuerdo la modulación de tus labios cuando sonríes y pronuncias mi nombre, me pienso acariciando tu rostro y disfrutando tu amor en el hermoso festín de los sentidos.”
Finalmente las personas que estaban en la Barraca, eran alemanes y lo recibieron con camaradería.
El drama de la guerra se hace más cruento, la fuerza de los acontecimientos toman cuerpo y los alemanes luchan desesperadamente; Berlín está en peligro y la defensa no es posible, ya se nota la ruina bélica de Alemania, casi todas sus industrias y fábricas han sido bombardeadas, cada vez se acerca más la cortina de hierro a este país.
En los dos frentes se derrochan valor y coraje, el jinete de la muerte galopa con su caballo famèlico y su guadaña curva, convertida en dueña y señora de la tundra, la noche cubre con su manto de sombras todo el entorno, haciendo invisible la tragedia de la guerra.
Después de la rendición de Alemania Wernher Von Braun y muchos de sus ayudantes se cuadraron con los Estados Unidos, en ese personal iba INNA y su amante ELSER se casaron allá, élla se convirtió en escritora y él como científico que ya lo era, trabajó para ese país en importantes proyectos.


Por: Juanbautista López García

El Mago de las Letras. Marzo, 21 del 2009